La diputada federal del Grupo Parlamentario del Partido del Trabajo (GPPT), María Rosete, afirmó que la violencia contra las mujeres, en cualquiera de sus modalidades, será siempre causa y consecuencia de las grandes desigualdades de género en nuestro país; y al hablar específicamente de ataques sexuales, es tocar una de sus peores formas, de las que son objeto mujeres y niñas.
Agresiones sexuales tienen un fuerte impacto en su salud; quienes han sido violentadas de esa manera tienen más probabilidades de embarazos no deseados o adquirir ETS
En ese sentido, señaló, que este tipo de agresiones tiene un fuerte impacto en su salud, toda vez que, quienes han sido violentadas, tienen mayor probabilidad de embarazos no deseados, adquirir el Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH) o cualquier otra Enfermedad de Transmisión Sexual (ETS), entre otros problemas sanitarios que pueden afectarlas durante muchos años.
Ante ese panorama, la congresista por la Ciudad de México resaltó que impulsó una iniciativa que fue aprobada por la Comisión de Igualdad de Género de la Cámara Diputados, a fin de mitigar las secuelas negativas en contra de las mujeres, que consiste en la realización de estudios médicos que corroboren o descarten posibles padecimientos, después de algún acto delictivo relacionado a violencia sexual, con previo consentimiento de la víctima.
No obstante, insistió que es necesario seguir trabajando en la materia ya que, a pesar de que el gobierno de la Cuarta Transformación (4T) ha logrado grandes avances en seguridad a favor de la población, aún falta camino por recorrer para salvaguardar el bienestar del género femenino de nuestra nación.
“Aproximadamente una de cada tres mujeres a nivel mundial ha sido agredida alguna vez en su vida por parte de su pareja íntima o por alguien ajeno, situación que merma considerablemente su salud. Es por esa razón que seguiré legislando para que cada ciudadana, en cualquier rincón del país, se le asegure una vida digna y libre de violencia”, concluyó la parlamentaria petista.
