De acuerdo con la Cuarta Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares 2016 (ENDIREH-2016), en los últimos cinco años el 33.4 por ciento de las mujeres de 15 a 49 años que tuvieron un parto reportó que sufrió algún tipo de maltrato por parte de quienes las atendieron, denunció el legislador federal del Partido del Trabajo, Francisco Favela Peñuñuri.
4.2% afirmaron que les colocaron algún método anticonceptivo sin su consentimiento
Asimismo, el diputado por el Estado de México señaló que en esa misma encuesta se publicó que 4.2% de las mujeres afirmaron que en su último parto colocaron algún método anticonceptivo o la operaron o esterilizaron para no tener más hijos o hijas sin preguntarle o avisarle.
Ante este panorama, el congresista propuso reformar la Ley General de Salud en materia de violencia obstétrica, para que se fomenten programas, lineamientos, protocolos de atención y actuación entre el personal médico, hospitalario y administrativo del sector salud, destinados a erradicar malos tratos y disminuir la mortalidad materno-infantil.
Explicó que el término violencia obstétrica permitirá visibilizar las conductas que afectan a las mujeres en estado de embarazo, así como la obligación del Estado para tomar medidas de prevención y erradicación.
“Es necesario fortalecer la norma en la materia, que genere las condiciones que reviertan ese tipo de conductas y sus graves consecuencias, más allá de criminalizar las diferentes acciones, actitudes y manifestaciones de malos tratos por parte del personal médico, auxiliar y administrativo en las instituciones del sistema nacional de salud”, ahondó.
Favela Peñuñuri resaltó la importancia de establecer controles de calidad en los servicios de obstetricia y salud reproductiva. “Es importante involucrar a las mujeres para disminuir y erradicar esta violencia que atenta contra el derecho de la madre a la vida, salud e integridad física y mental”.
Indicó que en el Grupo Parlamentario del Partido del Trabajo seguirán impulsando políticas públicas eficientes, “que contribuyan a fomentar una cultura de sensibilidad y de respeto a los derechos humanos de vida y salud de las mujeres en edad reproductiva”.
